martes, 4 de octubre de 2011

CONCLUSIONES

A menudo, los ecosistemas similares o relacionados se agrupan en clases mayores llamadas biomas. Los bosques tropicales, los pastizales y los desiertos son ejemplos. Aunque más extenso y complejo que el ecosistema, el bioma sigue siendo en esencia una comunidad biótica sostenida y limitada por los factores abióticos del entorno. De nuevo, en general, no hay límites precisos entre los biomas, sino que se superponen en regiones de transición. En realidad, no hay un acuerdo cabal entre los ecologistas sobre si ciertos ecosistemas deben ser sumados a alguno de los principales biomas o bien si hay que considerarlos biomas aparte.
Del mismo modo, hay una gran variedad de ecosistemas acuáticos y de inundación (marismas, pantanos, etcétera) que están determinados ante todo por la profundidad, la salinidad y la permanencia de las aguas. Y también hay varios ecosistemas marinos (oceánicos) determinados por la profundidad, la textura del fondo (lodo o bancos rocosos) y el monto de los nutrientes, así como la temperatura de las aguas. Así, estos ecosistemas dependen más de agentes ambientales locales que de factores climáticos generales, como ocurre con los biomas terrestres. Por ello acostumbramos hablar de ambientes, y no de biomas, marinos.
Como quiera que dividamos (o agrupemos) y nombremos a los ecosistemas, hay que recordar que todos están relacionados y son interdependientes. Los biomas terrestres están vinculados por el flujo de los ríos que los atraviesan y por la migración de animales. Los sedimentos y los nutrientes deslavados del suelo enriquecen o contaminan el océano. Las aves marinas y los mamíferos unen los mares con la tierra, todos los biomas comparten una atmósfera y un solo ciclo del agua.

2 comentarios: